domingo, 31 de marzo de 2013

Las relaciones de producción capitalistas y el trabajo asalariado

"Una empresa sin trabajadores no existe. Una empresa sin empresario se autogestiona."
"¿Qué es la propiedad? La propiedad es un robo." (Pierre-Joseph Proudhon) 

En estas pocas viñetas (hacer click en la imágen para verla grande) pueden servir para entender bien las relaciones de producción del capitalismo.

A continuación, su traducción al castellano, para quien no entienda el inglés:

- ¿Qué le acabas de decir?
- Que trabaje más rápido.
- ¿Cuánto le pagas?
- 25$ al día.
- ¿De dónde sacas el dinero para pagarle?
- Vendo productos.
- ¿Quién hace los productos?
- Él.

- ¿Cuántos productos hace en un día?
- Productos por valor de 100$.
- Entonces, ¡en vez de pagarle tú a él, te está pagando él a ti
75$ al día para que le digas que trabaje más rápido!
- ¿Eh? Pero las máquinas son mías.
- ¿Cómo has conseguido las máquinas?
- Vendí productos y las compré.
- Y ¿quién hizo esos productos?
- ¡Calla, que te podría oír!

Quiero añadir que considero que tenemos que dejar atrás la visión economicista de las cosas (¿no es el economicismo un ideario burgués por excelencia?) que, en la cuestión del trabajo servil-asalariado, ponía el énfasis en el robo material de una parte de lo producido por parte de la persona capitalista (la plusvalía).

Lo peor del trabajo asalariado no es que nos roben, es que nos destruye.

Obedecer nos destruye. Si sólo tenemos que recibir órdenes y estamos excluídas de la toma de decisiones sobre las cuestiones que nos afectan, ¿porqué tenemos que pensar? Y, si renunciamos a pensar, a utilizar nuestra inteligencia, ésta se atrofiará y se irá extinguiendo (lo que no usa, se atrofia). Destruir nuestra inteligencia es destruirnos como seres humanos, y ésta es la tragedia del trabajo servil-asalariado.

La vida no tendría que ser eso.

El amor hacia uno mismo y hacia los demás debería causar un enérgico rechazo al trabajo asalariado, que es un grave insulto y ataque a las capacidades, necesidades y potencialidades humanas.

Tenemos que recuperar el trabajo colectivo en común, codo a codo, sin jefes ni jefas, como parte del proyecto de recuperar, construir y pensar economías democráticas, sin clases (ni propietarios ni desposeídos), sin privilegios... y del proyecto de recuperarnos y reconstruirnos a nosotros mismos: regenerar la humanidad.

Porque, a partir del respeto mutuo, al no organizarnos jerárquicamente, podrá surgir el compañerismo, el afecto y la hermandad. Podremos vivir con alegría el trabajo, que es un elemento importante de la existencia humana. Podremos volver a trabajar cantando.

Para terminar, un corto animado contra el trabajo asalariado:



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¿Qué es la propiedad? (ensayo de Pierre-Joseph Proudhon, escrito en el 1840)

Sobre la división del trabajo (artículo escrito por David en Upaya)

El corazón caliente socialista (publicado en este blog, febrero de 2013)

Experimento Comparte (si no entendemos que compartir es lo mejor y lo más digno es que no llegamos ni al nivel de las ONGs asistencialistas)

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